Un estudiante le pregunta a Kevin Spacey en el ciclo Inside the Actors Studio:
¿Podría hablar sobre las primeras experiencias? ¿Cómo aprovechar mejor esos años difíciles que conducen al premio posterior?
K. S.: No hay premios ahí afuera, este es el único premio (señalando su cuerpo) y lo que tu sientes y quieres lograr. Al inicio, sean años de escases o de abundancia, veo a muchos jóvenes dando numerosos rodeos, no sabiendo que hacen ni porque lo hacen. No basta con tener ambición y querer alcanzar el éxito: eso es solo deseo. Si uno sabe lo que quiere, comprende porque lo hace y dedica hasta el último aliento a ese empeño; si uno siente que tiene algo que dar, que vale la pena desarrollar el talento que posee, entonces no hay nada que uno no pueda lograr. Uno crece con sus colegas; ve sus éxitos y sus fracasos y como se enfrentan a los mismos. Ellos pueden enseñarles tanto como todos los que maestros que están aquí o tiene el privilegio de venir a hablarles.